10 tips para Mantenerte en forma en Navidad y Año Nuevo.
Empieza la navidad y con ella no solo la abundancia de reuniones familiares sino de comida y, en algunas ocasiones, también de alcohol. Tradiciones navideñas, pavos, asados, natilla, buñuelos, ponche, atole, lechona, panes dulces, empanadas, turrones, tacayos, tamales, galletitas, chocolates… y la cuenta no acaba. ¿Por qué mencionarlo? Porque tener consciencia de lo que comemos y saber que la mayoría de estos alimentos podrían no ser la mejor opción a la hora de mantener una alimentación balanceada, es vital para saber qué hacer si queremos disfrutar, pero mantenernos sanos y agregarle a nuestro cuerpo, un peso que no necesita.
PEEERO, como acá hablamos de balance y no de restricción, decidimos compartir un par de tips que podrían ayudarte a “manejar” la situación sin tener que sufrir, claro, manteniendo el equilibrio en lo que consumes y tu actividad física.
Antes de ello, lo más relevante, y que debes recordar, es que sin importar si es Navidad, Año Nuevo, una fiesta de cumpleaños o la celebración en la empresa, LAS REUNIONES SIEMPRE DEBEN GIRAR ENTORNO AL COMPARTIR EN FAMILIA, AMIGOS Y COLEGAS, Y NO, ENTORNO A LA COMIDA Y LA BEBIDA. El foco que le des a la reunión, ayudará a que tengas control de las situaciones y no que la situación te controle.
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Aumenta tus porciones de fruta y vegetales al día (no importa la hora).
Esto te ayudará a mantenerte satisfecho y no llenarte de alimentos poco saludables. Además, también ayudará a que tu digestión sea óptima por el contenido de fibra que estos contienen.
Encuentra en nuestra sección de COCINA muchas ideas fáciles y deliciosas.
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¿Consumo de alcohol? ¿Por brindar? ¿Por día festivo? ¿Por la reunión? ¿Porque “me toca”?
Consumir alcohol es todo menos necesario. Esto es algo que jamás recomendaríamos aquí; por más beneficios que tenga (muchos de ellos falsos), este es tóxico y punto. Si lo quieres tomar por placer, eso ya es diferente. Así que nuestra única recomendación en este caso sería: regula tu consumo (con uno o dos es suficiente) e intenta consumir una bebida alcohólica baja en azúcares (la mayoría tiene bastante). Y recuerda que decir “NO” es TU elección.
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Elije tus batallas y los días de consumo alta en azúcar.
Navidad no tiene porqué ser 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24 de diciembre…. y llegar de corrido al 1° de enero). Si puedes, organiza un calendario con las fechas en las que tienes eventos y compromisos y define qué días serás más permisivo, y ello te permitirá ser más consciente de los que consumes durante estas épocas. Igual, si tienes antojos, prueba un poco y disfrútalo, el mundo no se acabará por ello. Lo mismo con los otros alimentos altos en grasas y azúcares; consúmelos con consciencia y sé consciente de las porciones.
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Busca explorar en tu cocina.
¿Por qué no darles a tus invitados algo diferente? ¿Saludable? Compartir con quienes quieres tus hábitos, es parte de lo que eres tú. Si ellos te quieren, respetarán la persona que eres y tu manera de ser y vivir la vida.
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¿Postres?
¡Ojalá que sean preparados en casa con productos naturales y que contengan fruta!
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Intenta reducir o eliminar el consumo de carnes rojas y embutidos.
Así te sobre del asado de la abuela, la tía, la suegra. Mejor pescados o pollo, ojalá asados o al vapor.
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Antes de llegar a tus reuniones, come una ensalada.
Y no hablo de ensalada de pura lechuga con tomate, hablo de una ensalada de verdad, con variedad de verduras, que te haga sentir satisfecha y así, poder llegar al evento con el estómago vacío; esto te ayudará a tener la necesidad de comer cosas “poco saludables” por el afán de llenarte y también tendrás menos ansiedad.
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Toma un vaso de agua antes de cada cena.
OJO, esto no es milagroso ni te va a adelgazar (como dicen en algunos comerciales); esto sencillamente cumplirá la función de generar el hábito -que algunas veces no tenemos- de hidratarnos de manera regular y, adicional a ello, te hará sentir un poco de saciedad antes de empezar a comer.
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Mantente activo.
Continúa con tus rutinas de ejercicios. Que vayas un poco más tarde a la cama, no significa que debas sacrificar el tiempo que le das a tu cuerpo para ejercitarte. Recuerda que el ejercicio tiene múltiple beneficios tanto para tu salud mental como física, ¡no es solo es cuestión de verse bien, es cuestión de sentirse y estar bien por dentro y por fuera!
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¿Champin para los niños?
¡Ellos no lo necesitan! Además, porque eso es azúcar pura, más conservantes y colorantes. Hagamos de estas tradiciones algo especial, sin necesidad de agregar hábitos que pocos beneficios podremos obtener de ellos. Recuerda que los niños aprenden más a través del ejemplo, de lo que los adultos hacen y dejan de hacer.
Y un “bonus track”:
¿Radicalismo? NO. ¿Detox? NO. ¿Dietas? NO…. BALANCE. Disfrutemos sin excedernos, y con eso no estamos en enero lamentándonos por todo lo que hicimos y dejamos de hacer. ¡A disfrutar de manera equilibrada!