Agresivos por naturaleza.

Hoy en la calle, iba en mi bicicleta y cometí una imprudencia según alguien que iba de prisa. Pausé, le pregunté amablemente que cuál había sido mi error, y su respuesta fue: “¡pues por el andén, idiota!”. 

Para mí, no era por el andén. Para la persona que iba a mi lado, tampoco lo era.

¿Pero saben? Así Hubiese sido por el andén, ¿por qué gritar de esa manera? ¿Era necesario ofender?

Es una realidad. La realidad de las calles.

Nos volvemos egoístas sin darnos cuenta.

Somos agresivos.

Salimos a la calle con afán.

Queremos siempre el paso.

Queremos ser los primeros.

Creemos tener siempre la razón.

Si alguien se equivoca, le gritamos.

Nos pasamos en rojo.
Parqueamos donde no debemos.
Pero claro, eso solo lo podemos hacer nosotros. Al resto, que les pongan un parte.

Reaccionamos, no actuamos.

Olvidamos respirar.

 

¿Qué nos está pasando? ¿Seguiremos echándole la culpa de todo a un gobierno? ¿A una sola persona?

De nuevo, vale la pena recordar esto que escuché alguna vez: “NOSOTROS NO ESTAMOS PARADOS EN EL TRÁFICO, NOSOTROS SOMOS EL TRÁFICO.”

Nosotros somos la acción y el cambio. Nosotros somos ese respiro que le falta al mundo. 

Por más PARES Y SONRISAS.