Cómo hacer Leche o bebida de Almendras (Hecha en casa)
¿Por qué comprar la leche si podemos hacerla en casa? ¿Y que no tenga conservantes, ni aditivos, ni gluten, ni lactosa (para los alérgicos o ´intolerantes´), ni colesterol, ni nombres raros que a veces no sabemos ni qué son o cómo pronunciar?
Preparar esta bebida es más fácil de lo que muchos creen y además resulta más económico, pues el contenido real de nutrientes en una caja comprada en el supermercado es bastante bajo, y casi que tendrías que tomar una caja entera para poder suplir las necesidades del cuerpo.
Regálale a tu cuerpo una bebida llena de nutrientes, entre ellos minerales como el fósforo, calcio, potasio, sodio, hierro; vitaminas como la A, B2 y B1; fibra dietética, grasas (de las buenas) y proteína.
El sabor es inclusive más delicioso en comparación con la leche de almendras que compramos en caja en el supermercado. Fácil de preparar, nutritiva y deliciosa, ¡¿no es una dicha?!. Igual recuerda que todo se puede ajustar a nuestro gusto; si la queremos más aguada o concentrada o con algún sabor en especial. Esta es solo la base para que empieces a crear con base en tus preferencias.
No siendo más, ¡Que la disfrutes! <3
- 1 taza de almenras (Lavarla y dejarla en remojo durante 24 horas)
- Agua
- 2 cucharadas de esencia de vainilla
- Escurre el agua que sobre e introduce en la licuadora las almendras. Por cada taza de almendras que introduzcas a la licuadora, debes agregar 2 tazas de agua.
- Licúa esta mezcla utilizando un colador muy fino o un pedazo de tela (También puedes utilizar una camiseta limpia que ya no utilices). Si haces uso de la tela o la camiseta, debes apretar con fuerza para no perder líquido.
- Por cada taza de almendras, agrega 1 cucharada de esencial de vainilla y licúa.
- ¡Y lista para consumir! 🙂
- - Puedes variar el sabor de esta bebida, agregándole esencia de vainilla o de coco. También, si la prefieres más o menos líquida, sencillamente disminuyes o aumentas un poco la cantidad de agua que agregarás a la mezcla inicial.
- - Si deseas consumirla después, resérvala en un a botella o jarra (ojalá de cristal o vidrio) que puedas cerrar. Esta puede durar aproximadamente entre 4 y 5 días en el refrigerador.
- - La pasta que sobra, puedes utilizarla para pancakes, waffles hacer salsas y otros platos.