Cuando te digan “NO”, tú entrenas tu mente y cuerpo para el “SÍ” – Corriendo Maratones
Que eres pesada. O muy musculosa.
Que es mucho tiempo. O es una distancia muy larga. Que no es bueno para el cuerpo. Que no es para ti. Que es solo para ellos. Que duele. Que puedes caer.
Sin importar todo lo que te puedan decir, esta vez, nuevamente reconfirmo que nuestro cuerpo nos responde si nosotros le respondemos a él. Si lo consentimos y lo nutrimos (y no solo físicamente sino espiritualmente).
También reconfirmo que no hay salidas rápidas, ni caminos cortos. Que siempre habrá miedo, pero que temer no es malo; que temer puede ser tu motor. Que el dolor es temporal, pero la satisfacción es para siempre.
En esta ocasión, recojo una nueva medalla de 42.195 kilómetros de vida y muchos más de entrenamientos previos a esta “graduación”. De sudor. De uñas moradas, de ampollas y dedos con mucho dolor. De muchos “no” a invitaciones ´porque hay que madrugar a entrenar´. De entrenamientos memorables y otros que quisieras olvidar.
En la maratón más importante del país: Puesto 21 en Femenino, 15 en la categoría y un nuevo record personal en maratón: 3:45:53.
Con seguridad habrá muchos mejores que yo; pero hoy, soy mejor de lo que era ayer, una mujer nada perfecta, pero real; y eso para mí es más que suficiente.
Más feliz no se puede. Porque nadie le quita a uno lo bailado, lo vivido y lo corrido. Lo demás, son solo cosas.
Hoy corro porque puedo. Porque mi cuerpo me lo permite. Corro por mi salud y también por mi estabilidad emocional. Corro por aquellos que no pueden correr y también por aquellos que, aún sin pernas, lo hacen para demostrarle al mundo que se puede cuando se quiere. Y cuando me siento cansada, pienso siempre en el motivo por el cual empecé a correr.
A los que lo siguen pensando y aún no han tomado la decisión, ¿qué es lo peor que puede pasar? Nada.
Y, cuando te digan “NO”, tú entrenas tu mente y cuerpo para el “SÍ”.
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