Te amo, Mamá.
La primera que creyó en mí.
La que sin importar si no le gustaba, trasnochó por mí una y mil veces.
La que prefirió curar mis dolores que los suyos.
Y gastar dinero en mis helados y no en sus artículos personales.
Esa que sin importar mis errores o rechazos, siguió y sigue amándome igual.
La que me mostró el mundo,
me enseñó a quererlo y a quererme,
y me enseñó a ser mujer.
La mujer más importante de MI MUNDO.
Ella, MAMÁ.
Te amo, Mamá.
Feliz día para ti, y para todas las mamitas hermosas. Gracias por existir.