Mantequilla de Maní – La mayoría en el Mercado Vs. Natural o Hecha en Casa
Aunque comprar la mantequilla de maní en el supermercado puede ser práctico, hacer tu propia mantequilla de maní en casa te puede traer algunos beneficios bastante interesantes:
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- Puedes usar grasas más saludables en su preparación, como el aceite de oliva, en lugar de aceites vegetales industriales que contienen altas cantidades de ácidos grasos Omega 6 y 9, y que están relacionados con los procesos inflamatorios en el cuerpo.
- Las mayoría de mantequillas de maní que encuentras en el supermercado vienen con conservantes y azúcares añadidos, que no necesitas. Empiezan a parecerse más a producto procesado, y no a un producto natural y saludable.
- Puedes controlar la tostión del maní y darle un sabor muy interesante a tu mantequilla de maní. A nosotros nos gusta mucho dejar el maní un poco más dorado de lo que lo encontramos en el supermercado, y el sabor mejora muchísimo.
- Puedes darle giros inesperados e interesantes al sabor, agregándole ingredientes adicionales. Un poco de cacao en polvo le da una nueva dimensión a la mantequilla de maní.
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Intenta hacer tu propia mantequilla de maní en casa. Estamos seguros que te sorprenderás con los resultados. ?
Receta Mantequilla de Maní Saludable – Casera (Hecha en Casa)
Deliciosa. Nutritiva. Energética. Y te deja más que satisfecho.
No solamente es la mejor amiga de muchos deportistas y dietistas; sino también un excelente alimento para que cualquiera comience su día como debe ser o la haga parte de sus meriendas saludables.
La puedes utilizar al desayuno, para las loncheras de tus hijos y también las tuyas, como fuente de energía antes de tu entrenamiento, para calmar la ansiedad… ¡los usos son múltiples y los beneficios en esta “mantequilla” de maní son enormes!
¿Mantequilla? Sí, y de esas que sí debes comer. Contiene grasas de “las buenas” (grasa monoinsaturada, saludable para el corazón). vitamina E (antioxidante) y B6 (fortalece tu sistema inmune), magnesio (fortalece tus huesos) y potasio (el cual interviene en la producción de proteínas, la regulación del agua en el cuerpo y el incremento de la irrigación de tus neuronas).
¡Que la disfrutes!
- 2 tazas de maní sin sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de miel
- Tuesta el maní en un sartén hasta que quede bronceadito (no negro ni quemado) o introdúcelo en el horno a 150°C por aproximadamente 10 minutos.
- Luego introduce el maní en el procesador y tritura por 1 minuto. Si este aun se encuentra tibio, aún mejor. Destapa, dale vueltas a la mezcla (que para este momento aún se verá seca y granulada), con una espátula y vuelve a procesar, por un minuto más.
- Destapa y, nuevamente dale vueltas a la mezcla y vuelve a procesar por 1 minuto más. Para este momento, la mezcla lucirá más homogénea.
- Destapa y agrega sal, aceite, miel y vuelve a procesar por 1 o 2 minutos hasta que la mezcla quede brillante y suave.
- La mantequilla de maní casera usualmente luce un poco más arenosa que la que compras en el supermercado, pero su sabor será igual o mejor que estas. ¡No te arrepentirás!
- Si compras maní tostado, omite el paso número 1.
- Usualmente cuando utilizas 2 tazas de maní, el resultado final será 1 o 1/2 tazas de mantequilla de maní.
- La porción por persona regularmente recomendada es de 2 cucharadas.
- Si el resultado es seco y te gusta más suave, agrégale un poco de aceite y agua.
