No es un periodo, es un estilo de vida.
Me costó entenderlo, pero ahí voy. La invitación es para todos.
Porque no es un periodo, es un estilo de vida.
Yo ya pasé por varias de esas. Ni los imanes, ni las dietas, ni las pastillas para adelgazar, ni las malteadas, ni las gotas maravilla, ni los masajes adelgazantes, ni tampoco las cirugías estéticas, van a hacer lo que nosotros tenemos que hacer. Respetar nuestro cuerpo. Brindarle lo mejor a ese motorcito que nos permite vivir, trabajar, amar, abrazar…. Porque, aunque hay ciertas ayuditas (que son válidas si sabemos hacer uso responsable de las mismas), la realidad es que el tema va más allá de las soluciones rápidas, acá la prioridad es tomar decisiones y acciones sostenibles a largo plazo. Acá no hablamos de resultados milagrosos, acá hablamos es de UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE, de adquirir los hábitos correctos, de solucionar el origen del problema y no en esconderlo (que era lo que yo hacía, y que posiblemente hacen muchos).
La invitación: a ponernos pilas, a mover el esqueleto de la manera que más nos guste, a ponerle más colores a nuestros platos y hacer elecciones que nuestro cuerpo agradezca.
Porque acá el tema no es ser la más esbelta, sino estar saludables.