Dejemos la ingenuidad – Las alternativas rápidas para adelgazar o “estar en forma”
En nuestra búsqueda por intentar cuidarnos, muchas veces terminamos desinformados o tomando decisiones basándonos en información errónea. Eso, sumado a la tendencia de lo “fit” y lo fitness que inunda los medios; sobre todo los digitales. Hoy en día no tenemos idea de lo que es realmente efectivo, de lo que no, ni tampoco lo que funciona mejor para cada uno. Esto, debido a la gran cantidad de ofertas en el mercado.
Porque, ¿quién no ha querido –o al menos se le ha pasado por la cabeza- adquirir algún producto o servicio que le ayude a bajar de peso, que le reduzca la grasa corporal, le quite la celulitis, los gorditos, tonifique, reduzca el apetito, le ayude a mejorar la digestión; o ha pagado por el último programa, las pastillas quemadoras de grasa y #1 en el mercado, el polvito, los imanes, el té chino, la operación, las gotas, la máquina, la crema reductora, etcétera…?
Hoy en día buscamos alternativas rápidas que “faciliten” lo que no hemos querido tomarnos en serio: Mejorar nuestra salud y/o mantenernos saludables.
Pero esto no puede seguir así. En algún momento, tarde o temprano nos daremos cuenta que las soluciones apresuradas para este tipo de situaciones usualmente no son sostenibles o ni terminan funcionando. Y, sin ánimo de alarmar, algunos casos terminan en el hospital por su uso inadecuado.
Seamos francos. No vale la pena preguntar el por qué, porque es obvio. No podemos pretender que nuestros malos hábitos de alimentación y la pereza de buscar una alternativa que nos haga mover el esqueleto -como siempre digo-, sean solucionados con un par de pastillas o masajitos reductores. Porque, esté o no de acuerdo, una cosa es usarlos de manera ocasional y otra, tener que consumirlos o pagar por ellos durante toda la vida.
Hay algunos suplementos que son útiles (eso sí, muy pocos si hablamos de lo que hoy en día se encuentra en el mercado), pero eso no significa que ellos van a hacer todo por nosotros. Porque así compremos la proteína más costosa y maravillosa para ganar masa muscular, si no mueves tu cuerpecito y te ejercitas de manera correcta, esta hará lo mismo que tú: NADA.
Acaso, ¿no tendría más sentido mantener buenos hábitos de alimentación y de actividad física; por tiempo, por dinero, por rendimiento, por todo?
Aprender a cuidarnos es un proceso de auto cuidado que implica tomarnos en serio nuestra salud y re pensar lo que significa mantenerse saludable. Algo que toma tiempo y dedicación. Es una lógica contraria a la lógica de las soluciones rápidas del mercado. No es ser el más esbelto o el que tenga la chocolatina marcada.
Y, ojo, no hablo de estar todos los días en el gimnasio y solo comer “cosas verdes” para poder “estar bien”, como algunos dirían. Tampoco de morirse de hambre. Lo aclaro porque acá no hablamos de obsesiones ni de extremos, acá HABLAMOS DE BIENESTAR. De estar saludables, de sentirnos bien tanto física como mental y socialmente hablando. De no solo decir que “no estamos enfermos” o tenemos algún dolor sino de sentirnos en forma, fuertes y seguros. De hacer lo que funciona para nuestro cuerpo. De alimentarnos equilibradamente con alimentos saludables y disfrutar de consentimientos ocasionales cuando lo deseemos. Aquí HABLAMOS DE BALANCE.
Por eso el verdadero reto de hoy, y todos los días, es buscar evadir esas dietas rápidas que nos bajen de peso en una semana. De dejar de pagar por alternativas costosas que logren, por corto tiempo, que nos veamos y “estemos bien” por fuera, pero nunca por dentro. Hoy el reto es cambiar de mentalidad y empezar a pensar -y convencernos- que estar saludable, no es estar “fit”. Que el cambio no solo es exterior sino también interior. Y que, ese motor que nos los da todo, nuestro cuerpo, es el mismo que nos permite amar, abrazar, pensar, trabajar, reír… Porque si ese no está bien, no hay nada.
Apostémosle a una vida al 200%:
70% alimentación balanceada, 30% actividad física y 100% de ganas y dedicación.
Porque nuestra salud no es algo que uno compra en un paquete, es algo que se trabaja y que, con seguridad nos hará sentir mejor.
También podría interesarte:
La moda de los productos “FIT” y lo que de verdad son.
Cuida tu cuerpo de mujer… Pero, ¿Y cuál es el cuerpo de mujer?
Es un buen artículo, y quiero compartir que a mí los programas y los suplementos me han ayudado a estar buen por fuera y por dentro, a tener energía y aprendí a mover mi cuerpo como lo menciona el artículo.
¡Gracias por compartir tu experiencia con nosotros, Marcela! 🙂 Si quisieras que habláramos de algo en específico, cuéntanos para tenerlo en cuenta en la creación de nuestro contenido.
¡Un abrazo!